La secuencia del aullido.

Dejarse caer
sobre el teclado
cansado de repetir
una vez más
la secuencia del aullido, la cadencia
oscura
de una voz condenada al delirio
y como rito último
reabrir la herida
para comprobar que sigues vivo.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s