Kintsugi: un arte milenario japonés que consiste en restaurar una pieza que se ha roto, agrandando incluso la fractura con oro, plata o platino para enaltecer las cicatrices.
Te amo, aunque estés lejos;
y cuando tu silencio
hace frontera con mi soledad, me pregunto
qué ausencias habitan tus labios,
qué alas te elevan hasta las nubes
donde anidas:
pájaro de fuego, estrella de nieve,
canción de sombra y aullido.
Esos días con lágrimas de hielo
cuando parece que no me necesitas
sé que debo estar a tu lado,
para que cuando amanezca la palabra
y hable la piel,
cuando la música vibre con nosotros,
y la ternura empatice con nuestros desiertos,
mis manos te recuerden
que aunque las heridas
sean la arcilla de nuestra alma,
siempre -hasta cuándo arrecia el dolor-
las caricias las pueden reparar
hasta honrar cada cicatriz.