«Cuando las expectativas de uno se reducen a cero, uno aprecia lo que realmente tiene«.
Stephen Hawking
De la nada,
del contenido
de un recipiente vacío,
antes de que fueran imaginadas
las palabras
con las que darle forma,
estalla
como un fogonazo de luz y vida
la idea y el espacio de su deseo.
A veces parece
que sea la misma experiencia de Dios
la que elige sus cuerpos celestes
en contraposición
con el silencio y su antimateria.
Pero francamente
no soy tan ególatra.
Encontrar un hilo de Ariadna
en ese caos universal
suele ser cuestión de tiempo.
Por suerte
no todos transitamos
los mismos caminos,
ni encontramos
las mismas salidas.