Dentro, muy adentro,
donde en ocasiones no llega ni la luz,
ni el amor propio,
hace frío.
Por eso quiero decirte algo
esta mañana de enero:
aquí afuera
alguien cree en ti.
Al final, llegó la tormenta
y todos huyeron a refugiarse
como animales heridos.
Tú y yo en cambio
nos besamos bajo la lluvia
y el amor caló la ropa y los corazones.
Creo que siete años después
sigo empapado.
Ahora que todos nos tapamos la cara
por miedo a un posible contagio
ahora que nos reconocemos con las miradas
quizás aprendamos un poco del otro.
Nunca es tarde,
todavía.
El que no sabe leer en una mirada
nunca sabrá entender un corazón.
Al fin y al cabo elaboramos nuestras máscaras
con las palabras que pueden ocultarnos
de un buen lector.
Bonita poesía
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Gracias 😊
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