Hay que partir
de este teorema:
solo hay dos verdades absolutas
la soledad y la muerte,
como tales necesitan una realidad
que las confronte
y las vuelva relativas
mientras dure el instante.
Hay que partir
de este teorema:
solo hay dos verdades absolutas
la soledad y la muerte,
como tales necesitan una realidad
que las confronte
y las vuelva relativas
mientras dure el instante.