Escribir este poema
es arrojar un mensaje al mar.
Ojalá un día
lo lleve hasta ti.
Puede parecer una caprichosa ilusión
esperar que este nosotros, tan herido,
no se hunda con las tormentas, ni se desvanezca
en la oscuridad de los abismos, pero
si no pudiera soñar con volver realidad
aquello que solo vive en mi deseo
las olas no me traerían tu nombre y escribir
no tendría ningún sentido.