Tanto miedo,
tanto, tanto,
a viajar ligero de equipaje
que atamos nuestras manos,
silenciamos las palabras y cedemos derrotados antes de luchar.
Tanto miedo,
tanto, tanto, que soñamos,
por no morir,
que la libertad espera
al otro lado de la puerta,
como un lunes al sol, un amor
imperfecto y maravilloso
o una palabra que al fin
abra la cerradura.
Tanto miedo a mirar, a escuchar,
a comprender.
Tanto miedo…
Pero la verdad es que
nunca hemos sido tan libres,
porque nunca hemos estado tan cerca.
Por eso te llamo esta noche,
para romper el sortilegio que te paraliza.
Porque aunque creas
que estos barrotes son tu casa,
un universo entero se abre en tu corazón.
Tomalo si quieres. Ámalo.
No necesitas maleta para este viaje.