Esta mañana desnuda de hojas
tiembla como el viento hace estremecer las ramas.
Hay frío en mi corazón y un fuego gélido en mi mirada.
Siento en la punta de mis dedos
en mi frente inclinada
el peso de los años y la condena de su marca.
Quiero levantarme como se levantan las olas
tornarme tsunami o enredadera o catarata.
Salir volando como alondra al amanecer…
Y descansar al fin
como descansa el trigo
cuando lo siega tu guadaña.