Para soñar
no hace falta cerrar los ojos,
sólo tienes que abrir el alma
de par en par
como abre un niño su primer libro.
……………………
Déjate llevar por esos cielos
que habitan en tu corazón de azucena.
Son el escenario perfecto
para que dancen
libres
el viento y la rama,
la realidad y el deseo.
…………………….
Las mañanas de agosto
suelen ser propensas a los sueños.
Quizás sea
por esa melancolía que se me instala
cuando pienso
que más allá del mar
y su soledad
otra vez estás tú
imaginando una isla
donde el amanecer
no corrija tus besos.