En la bruma pálida de este sueño
que es misterio mientras dura el día
levanta el cielo en tu mirada lejana
como se alza la espuma en la mar sedienta.
No es más real la dura
la imperturbable roca
que los latidos que bombean
las rojas burbujas en tu nombre.
Ni es más verdad la fría nada en la que habito
que tu sonrisa indiferente a mis mareas.
El tiempo oxida las raíces del recuerdo
enturbia la plata de sus olas en la arena
pero cuando llega la tarde y amanecen las estrellas
mis manos se arremolinan en tu pelo
como un manojo de aromas eternos.
Es así. Ahora y siempre.
La vida consume como dentelladas en el vacío,
pero el día amanece
cada vez con luz indómita
si al otro lado del mar
navega tu cuerpo hacia el mío.