Me has recibido con mi camisa blanca
(sin abotonar)
como una diosa poderosa y terrible.
Tu cuerpo ha sido y será
la encarnación de mi deseo,
un océano donde navegar sus olas
sea la medida de mi tiempo, pero
lo que amo por encima de todas las cosas
es que tras devorarnos en un incendio efímero
nuestra alma es transparente
como una ventana al futuro. Es entonces
cuando nos basta con un instante
para soñar toda una vida juntos.
@raulvelascosanchez