Tú crees en la risa, en la ingravidez
de su arquitectura cuando estalla, en
la melodía que rige el sueño y su presente .
Crees en la vida y sus renuncias, en ese
ramillete de certezas que deshojas y en
la duda que oscurece tu mirada
mendigas la semántica de sus cicatrices.
Crees en la espuma y crees en la rabia,
en la pasión que nutre tus raíces
y en la voz que canta ensanchando el alma
cuando no encuentras luz entre la gente.
Crees en la sombra de tu pasado como crees
en el futuro y sus derivas.
Aunque siempre o casi siempre
te parezcan material de derribo y cárcel
para los pájaros que sueñan con volar.
Yo sólo quiero creer en ti. Nada más.
Que estarás a mi lado
cuando al fin el eco grite nuestros nombres
y no le conteste ni el silencio.
Esa es mi fe. Tú eres mi credo.
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